sábado, 18 de agosto de 2012

El adiós del Caballero de la Noche

Antes de ver Batman: El Caballero de la Noche Asciende (Batman: The Dark Night Rises, 2012), no quería prejuiciarme con comentarios como: "La mejor película del año", "Batman: lo mejor que me ha pasado", etc, etc. Quería simplemente ir al cine y obtener mi propia opinión, y lo hice.

El Caballero de la Noche Asciende es la conclusión de la historia que Christopher Nolan inició en 2005 con Batman Inicia (Batman Begins). Con el final de la trilogía llega el final de Batman como salvador de Ciudad Gótica. En esta última entrega, Batman (Christian Bale) se halla desaparecido, con un deseo colectivo de que siga en las sombras en las que se ha ocultado.

Al igual que Batman, Bruce no ha salido a la luz pública ni visitado un doctor aunque se halla al borde del colapso físico. Ambos personajes se encuentran almacenados en las tinieblas de la mansión Wayne, hasta que Bane (Tom Hardy) hace su majestuosa aparición con deseos de hundir a Ciudad Gótica en la más profunda anarquía caótica jamás vista.

Como el Fénix, Batman renace de las cenizas dos veces, y trata de salvar su hogar con ayuda de Gatúbela (Anne Hathaway), consiguiendo así el final feliz que le ha sacado a más de uno una lágrima. El retiro de Batman como héroe se halla legado a su sucesor: Robin (Joseph Gordon-Levitt).

Tenía serios problemas con ver a Hathaway en el tallado traje de un personaje como Gatúbela, tan bien interpretado por Michelle Pfiffer en Batman Vuelve (Batman Returns, 1992). Con la idea de que los tacones le quedarían altos, me alegro de haberme equivocado (porque de lo contrario eso hubiese arruinado por completo la película). Aunque no es Pfiffer, los tacones fueron los que le quedaron bajos a Hathaway. 

Por otro lado, como toda película comercial, Batman posee los buenos efectos especiales de los que ya estamos acostumbrados; pero elabora unas secuencias musicales, con un montaje gráfico que impacta hasta al más escéptico. 

Me resulta muy interesante el papel de Bane en el sentido de que además de sus movimientos y expresión en sus ojos, no hay una lógica actoral que le permita transmitir las emociones del personaje, después de todo, la mitad de su cara está cubierta, pero Tom Hardy hace que Bane haga más que transmitir emociones, hace vivirlas.

Los vuelcos de la historia no permiten pestañear, y aunque las secuencias de las peleas entre Batman y Bane no fueron la mejor parte, se puede ignorar su falta de emoción o elemento diferencial que las hace destacarse de otras peleas por el simple hecho de que Bane ha sido el villano que mejor se ha enfrentado a Batman, es decir, él hizo que cayera, así como hizo que ascendiera.

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