sábado, 14 de julio de 2012

La casi duplicidad del fin

Todavía recuerdo que la vez que vi Sexto Sentido (The Sixth Sense, 1999) pensé que era una de las mejores películas que había visto. Y lo sigo pensando. También cuando vi Señales (Signs, 2002) y me dije que jamás hubiese pensando que los extraterrestres pudieran lograr hacer de una película una magnífica producción. Ambas cintas dirigidas y escritas por M. Night Shyamalan

Con la misma expectativa de ver un guión tan ingenioso y original como los de Sexto Sentido y Señales, con esas memorables actuaciones como la que nos brindó Joaquin Pheonix o Haley Joel Osmet, esperé El Fin de los Tiempos (The Happening, 2008) igualmente escrita y dirigida por M. Night Shyamalan, pero lamentablemente no hay punto de comparación.

El Fin de los Tiempos es una película que por un lado pareciera presentar una historia sin sentido: hay "algo", un ente misterioso que hace que la gente se suicide, por lo que Elliot (Mark Wahlberg) y su esposa Alma (Zooey Deschanel) junto con Jess (Ashlyn Sánchez), la hija de Julian (John Leguizamo), quien es amigo de Elliot, tratan de huir de ese "algo". Pero por otro lado tiene una interesante dualidad entre el alcance del hombre y el alcance de la naturaleza, donde es evidente que la naturaleza gana.

Sin embargo, con el transcurso de la película, lo único que sucede es que la historia sigue su mismo ritmo, su misma idea de huida del "algo" y no sucede nada interesante. La dualidad es y no es rescatable, porque es el elemento atractivo, pero no hay un clímax que la explote ya que no hay una evolución en su narrativa, ni en el crecimiento de los eventos, ni en las emociones de los personajes. 

Las actuaciones desafortunadamente no poseen esa vibra necesaria para transmitir horror o preocupación, no hay una manera de darle solución a un "algo" que parece imposible de derrotar, excepto que éste mismo desaparezca de la nada.

Es una monótona producción que me produjo un desolador desencanto.

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