domingo, 27 de enero de 2013

Cuento clásico, historia disfuncional



Con la base del clásico creado por los hermanos Grimm, la historia de Hansel y Gretel tiene su punto crítico cuando los hermanos, al perderse en el bosque, encuentren una casa hecha de dulces. Dentro vive una bruja que desea comérselos, pero Hansel y Gretel logran vencer a la bruja y salvarse.

Bueno, una cosa es el cuento y otra cosa es esta película. Es nombrada Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas (Hansel and Gretel: Witch Hunters, 2013), es dirigida por Tommy Wirkola y tiene ciertos vestigios del cuento original, pero no tiene nada que ver con la historia de los dos hermanos que buscan escapar de una bruja. Al contrario, en la película ellos van en la búsqueda de brujas. 

Luego de que su padre inesperadamente los abandonara en medio del bosque y desapareciera, los hermanos derrotan a la bruja que vive en la casa de dulces, convirtiéndose así en defensores de los pueblos que sufren ataques de brujas.

La historia se desarrolla en un pueblo que se está viendo amenazado por la captura de niños y niñas en manos de brujas. Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) unirán fuerzas para matar a todas las brujas detrás de los secuestros, pero también desentrañarán los motivos por los cuales fueron abandonados a tan corta edad. Esta vertiente de la película es tratada de manera tan pobre que defrauda que el guión no se adentrara más en los temores de ambos hermanos.

Estamos ante una película comercial, con aires de un cuento clásico, pero que revoluciona las ideas de cuento clásico. No son los indefensos niños que agarran valentía de su interior y derrotan al enemigo, son más que eso. Son dos jóvenes atormentados por su pasado buscando respuestas.

Pero la película carece de muchas cosas. No cuenta con una historia que se sostenga sola. Su defecto, es la misma falta de relato. Necesita de intervalos tranquilos para dar soporte a su propia narrativa, que está a punto de caerse ya que no hay un clímax fijamente establecido. Tiene buenas ideas, y son plasmadas casi convincentemente, lo que desemboca en un buen ritmo, pero es tan veloz ese ritmo, que el final de la película es muy pronto: otro punto en contra.

No obstante, no todo es malo en esta historia disfuncional. Uno de sus mejores atractivos son las escenas de acción. El vestuario es una fina combinación entre estilo de época con un toque de contemporaneidad. Al César lo que es del César: tiene muy buenos efectos especiales. Y lo mejor de toda la película es que tiene una dosis de romance escasa, ya que el estilo del filme no se presta para el romanticismo. No es la naturaleza del cuento de todos modos.

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