miércoles, 13 de julio de 2011

El Príncipe Mestizo: la clave de los horrocruxes

Harry Potter y el Príncipe Mestizo o Harry Potter y el Misterio del Príncipe (Harry Potter and The Half-Blood Prince) se estrenó en el 2009. Fue dirigida por David Yates, producida por David Heyman y adaptada nuevamente por Steve Kloves.

En esta entrega, se contó con la participación de Jim Broadbent en el papel de Horace Slughorn, el nuevo profesor de Pociones, ya que Snape (Alan Rickman) consiguió ser profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.

El Príncipe Mestizo fue nominada a un Óscar: Mejor Fotografía.

Dumbledore (Michael Gambon) le ecomendará a Harry (Daniel Radcliffe) la tarea de aproximarse a Slughorn con el objetivo de recuperar un recuerdo que los llevará a descubrir una verdad sobre Voldemort, que los conducirá a determinar el modo de vencerlo.

Tom Riddle dividió su alma en 6 partes y las ha albergado en diferentes objetos llamados horrocruxes. Para poder destruir a Voldemort, primero hay que destruir todos los horrocruxes. Harry, junto con Dumbledore, irán a buscar un horrocruxe: el guardapelo, que resultará ser falso. El verdadero lo robó R.A.B. 

En esta sexta entrega,  Harry descubre también que Snape ha hecho un Juramento Inquebrantable para ayudar a Draco (Tom Felton) con una misión que debe cumplir: aparte de entrenar un armario, que posee un gemelo, para crear un portal de ingreso a Hogwarts para los mortífagos, debe asesinar a Dumbledore.

El papel de Snape en esta parte es clave para comprender el rumbo de la historia. No sólo se confirma su participación entre los mortífagos, sino que su traición hacia Dumbledore deslumbrará cuando asuma la tarea de Draco y lo mate.

Harry deberá asumir su destino: emprender un viaje para encontrar y destruir los horrocruxes restantes, y así enfrentarse contra Voldemort en una batalla cada vez más próxima.

El Príncipe Mestizo es una vez más la confirmación de la buena dirección de Yates. No sólo el guión es ajustado fielmente al libro, sino que su trabajo hace entrever una película hecha con los mejores estándares.

La continuación de Yates para esta secuela hizo que la película mantuviera su nivel de tonalidad e imagen, lo que le dio un sentimiento de igualdad, más porque son puestas en escena las claves necesarias para que el espectador comprenda la historia.

Los efectos especiales mantienen su calidad. Además, el maquillaje forma parte escencial, ya que la aparición de Fenrir Greyback (Dave Legeno) significa todo un reto de transformación al constituirse un hombre lobo.

A continuación, los prólogos de la película:



Post por: Sofía Bonilla

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