En esta nueva entrega, Harry conoce a Dobby, un elfo doméstico sirviente de la familia Malfoy, quien intenta desesperadamente alejarlo de regresar a Hogwarts en un intento por protegerlo de la amenza del-que-no-debe-ser-nombrado.
Hogwarts será víctima de ataques a hijos muggles que serán petrificados en su búsqueda por eliminarlos y asegurarse la dinastía de la sangre pura. La población estudiantil empieza a sospechar de la inocencia de Harry respecto a estos acontecimientos, y Harry junto a sus amigos, Ron y Herminone, buscarán al responsable, topándose así con la imagen de un joven Lord Voldemort albergado por 50 años en su diario.
En esta ocasión, la mejora de los efectos especiales fue palpable, con un delicado manejo en el diseño gráfico. El vestuario, la escenografía y la música fueron un sello característico de lo que se hizo en la primera entrega. La dirección de Columbus, sin embargo, le aportó más emoción al filme, al ser la historia un reto de más desarrollo en lo que a Harry y Hogwarts se refiere.
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| Kenneth Branagh como Gilderoy Lockhart |
Se vieron personajes nuevos como Gilderoy Lockhart, el nuevo profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras, interpretado por Kenneth Branagh, y Lucius Malfoy (Jason Isaacs), padre de Draco, que le aportaron mucha frescura a la producción. Además, se le apostó a la integración de más humor, lo cual representó un elemento de mayor atractivo.
La Cámara Secreta fue una producción más madura que La Piedra Filosofal. Hubo una mejora actoral que se podía percibir: Radcliffe, Grint y Watson estaban más cómodos en escena. Y el alza en los efectos especiales significó un adelanto importante en la que se convertiría la franquicia cinematográfica más exitosa (ver entrada sobre Franquicias Cinematográficas para más información).
El sello del éxito de Harry Potter estaba siendo asegurado.
A continuación, los prólogos:
Post por. Sofía Bonilla
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